Características de Egipto

Egipto, El País del Nilo:

El nilo, el río más largo del mundo, proviene de la región de los grandes lagos exitencia llevadera de los campesinos contribuyeron a imprimir al país su carácter equilibrado y conservador.
Los egipcios hablaban una lengua camítica y en los ingredientes de su identidad prevalecían los elementos africanos. Al parecer, en época prehistórica, a medida que el desierto fue ganando terreno, los grupos  humanos fueron replegándose hacia el Nilo, y así nació la civilización egipcia.

-Período  Predinástico
En el país se distinguieron desde época temprana dos regiones: el Bajo Egipto y el Alto Egipto. En época inmediatamente anterior a la histórica, un impulso unificador partió del sur por obra de un faraón al que la tradición llama Menes. Alrededor del año 3000 a.C., se estableció una primera capital en Tinis, y se inició la sucesión de dinastías.

-Imperio Antiguo
En el siglo III a.C., Manetón, un sacerdote egipcio helenizado, escribió en griego una historia de su país, que dividió en tres grandes períodos, Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, y en cuyo transcurso reinaron 26 dinastías.
Tras la unificación del reino, la capital se estableció en tinis. El rey disponía de un ejército regular y de una eficaz burocracia centralizada. Comenzó a florecer el comercio.
Con la III dinastía, la capital se trasladó a Menfis y se acentuó el centralismo, como etapa previa para la culminación del poder absoluto del faraón. En está época se constuyeron las famosas pirámides de Gizeh y el país vivió un momento de esplendor en un relativo aislamiento. La monarquía absoluta dominó Egipto hasta mediados del III milenio a.C., en que determinados cargos importantes se hicieron hereditarios y creció el poder de los sacerdotes.

-Imperios Medio y Nuevo
La XI dinastías restauró la unidad en torno al año 2000 a.C. y estableció la capital en Tebas. Durante el imperio medio, Egipto vivió un período de apogeo, que se malogró que se malogró con la invasión de un pueblo asiático, los hicsos.
La tradición atribuye al príncipe rebano Amasis la expulsión definitiva de los hicsos y la fundación de la XVIII dinastías, con la que comenzó el impero nuevo. Dicha dinastía, que encabezó una dinastía fuertemente centralizada y burocratizada, alcanzó con Amenofis III uno de los momentos culminantes del período egipcio. La decadencia se inició con Amenofis IV, que quiso reforzar su autoridad desposeyendo de sus privilegios a la casta sacerdotal, en especial al claro de Amón. Para ello, intentó implantar el monoteísmo, basado en el culto de Atón.
El experimento monoteísta de Amenofis IV no tuvo continuidad, y Egipto vivió un último período de esplendor y de absolutismo faraónico con la dinastía XIX. Ramsés II sufrió la derrota de Kadesh a manos de los hititas, que supuso el hito a partir del cual el declive de Egipto se tornó incontenible. Ramsés III, de la XX dinastía, todavía logró rechazar la invasión  de los llamados pueblos del mar, después del cual se extendió un período de feudalización y anarquía.